Cuando nos sentimos inseguros, sufrimos falta de autoestima o bien dejamos de confiar en nosotros mismos, tendemos a encorvar la espalda y encoger los hombros. Nuestra postura corporal nos muestra de qué manera nos sentimos por dentro y está estrechamente relacionada con nuestra autoestima. Es un mecanismo inconsciente que refleja nuestro estado interno.

De esta forma, una persona con fuerte autoestima y confianza en sí misma adopta una postura con la espalda recta, hombros relajados, cabeza alta, tono de voz alto y claro...mientras que una persona con tendencia a tener una autoestima baja suele encorvar la espalda, tener los hombros retraídos, mirar hacia el suelo y hablar en voz baja. Uno de los problemas que conlleva mantener esta postura es que a la larga crea tensión muscular, sobre todo con dolor en la zona cervical y dorsal.

Recurrir a recibir un masaje puede ser de gran ayuda para aliviar el dolor muscular y favorecer la reeducación postural. El problema así queda parcialmente resuelto, ya que lo más probable es que la tendencia a la mala postura y el dolor vuelvan a aparecer más tarde o más temprano porque no se está teniendo en cuenta la causa que provoca el malestar. Si la causa es emocional el dolor volverá a manifestarse.

➡️ Por este motivo, es aconsejable combinar técnicas corporales como masaje, shiatsu, estiramientos, pilates, yoga, etc. con terapias psico-emocionales como la kinesiología emocional que ayuden a resolver el origen del malestar. Trabajar las emociones es igual de importante que ocuparse del cuerpo físico. 

Con el test kinesiológico podemos determinar cuáles son las emociones que provocan las contracturas musculares. Desde la 👉 kinesiología no sólo se puede determinar el origen del dolor, sino que además se trata desde una visión holística, entendiendo que nuestro cuerpo, mente y emociones forman un conjunto que se interrelaciona entre sí. 

Asimismo es de gran utilidad aprender recursos para autogestionar las emociones como el 👉 EFT Tapping, lo que permitirá ser emocionalmente más maduro y mantener una actitud más acorde. Tu coherencia interior se verá reflejada en tu exterior, ¡y por tanto en tu postura! 🙂