Reiki es una palabra japonesa compuesta por dos conceptos: Rei, que significa universal y Ki, energía vital. Con la combinación de los dos conceptos obtenemos que Reiki es la Energía Vital Universal. En diferentes culturas esta energía vital universal adopta otros nombres, en la India se denomina Prana, Qi en China o Ka en Egipto. Todo está formado por energía, los seres humanos, animales, plantas e incluso los objetos inanimados.
La terapia Reiki es un tipo de terapia energética tradicional japonesa que consiste en la canalización y transmisión de esta energía a través de la imposición de manos, produciendo un bienestar y armonización global en la persona que lo recibe. Se emplea la energía vital universal para mejorar la salud y el bienestar de las personas, los fines son tanto terapéuticos como de crecimiento personal o espiritual.
Cuando nuestros pensamientos y emociones mantienen una vibración equilibrada, propiciamos un estado óptimo de salud. En cambio cuando vibramos a frecuencias inferiores a un estado de armonía, la energía se bloquea y se estanca en nuestro cuerpo causando todo tipo de dolencias. Al recibir sesiones de Reiki se puede notar cómo se deshacen estos bloqueos, restableciéndose así los parámetros óptimos y provocando reajustes visibles.
Hay que destacar que se trata de un sistema terapéutico complementario, no sustitutivo de la medicina tradicional o cualquier otro tratamiento que la persona esté tomando paralelamente. El terapeuta es un simple canal que facilita y acompaña el proceso de autocuración de la persona, en ningún caso se desaconsejan prescripciones o tratamientos médicos. La sanación finalmente forma parte del propio proceso de la persona.
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